La estación central de esquí en una de las zonas de esquí más grandes de los Alpes franceses no solo hace latir con mayor intensidad los corazones de los amantes de los deportes de invierno. Flaine despierta también la admiración de los apasionados por la arquitectura y el arte en el corazón de la zona de esquí Le Grand Massif. El motivo: la zona de deportes de invierno diseñada en la década de los sesenta es en conjunto una obra de arte arquitectónica diseñada por Éric y Sylvie Boissonnas, responsables también de la construcción del Centro Pompidou. El objetivo primordial fue la integración óptima en la naturaleza de una moderna estación de esquí. Una tarea que en forma competente tomó a cargo el famoso arquitecto de la Bauhaus Marcel Breuer. El resultado: una interacción óptima de tres partes del lugar en distintas alturas que están integradas armónicamente en el valle de altura.
Las 3 regiones están perfectamente vinculadas a través de senderos y 2 medios de elevación así como un servicio de transbordo. Además de las sitios arquitectónicos dignos de ver, el centro de la estación de esquí Flaine, completamente libre de autos, ofrece también auténticos puntos de interés artístico tales como esculturas de Picasso y Vasarely y el “Centre d'Art”, un centro de arte contemporáneo inaugurado en 1969. Naturalmente, la armonía perfecta entre el confort moderno y la naturaleza se muestra en Flaine también en materia de deportes de invierno. A una altura de 1.600 metros, Flaine ofrece acceso directo a la oferta de pistas propia del lugar y a la completa zona de esquí incluyendo Le Grand Massif-Mont Blanc-Panorama.
Los deportistas de invierno pueden llegar directamente a la pista desde prácticamente todos los alojamientos en Flaine y comenzar una jornada divertida en una de las más grandes estaciones de esquí francesas que además es considerada de nieve especialmente segura.
Según la variedad deseada de descensos de todos los niveles, en Flaine los esquiadores tienen a disposición la zona de esquí directa con 140 kilómetros de pistas y 31 sistemas de elevación o todo el circo de esquí Le Grand Massif con 265 kilómetros de pistas. Para los principiantes son ideales especialmente las pendientes suaves en el centro del macizo, donde descensos en su mayoría sencillos y de mediana dificultad conducen a través de amplias áreas de pastos alpinos y bosques apacibles. Un punto destacado para deportistas no tan entrenados es la pista azul Les Cascades, de 14 kilómetros de extensión, que posee paisajes impresionantes y desciende desde Flaine hacia Sixt Fer à Cheval.
A mayor altura, también las pistas son más exigentes, como por ejemplo en las pendientes escarpadas en Grandes Platières con 2.485 metros de altura y Tête des Lindares. No obstante, también aquí se encuentran bonitas pistas para principiantes que a pesar de sus nombres Mephisto, Faust y Lucifer resultan completamente inofensivas. Los esquiadores más expertos, en cambio, pueden descubrir en casi todos los lugares pistas estrechas y empinadas así como pendientes de nieve profunda. Aquí son especialmente recomendables los descensos La Pente à Jules o también La Combe du Gers, una maravillosa área protegida de nieve profunda. La gran ventaja de la estación de esquí Flaine se evidencia en todas las pistas sin importar si son azules o negras. Cada descenso conduce directamente de regreso a la estación y con ello prácticamente a la puerta de casa. Salvo que uno opte por darse una vuelta por las estaciones de esquí más bajas Les Carroz o Samoëns a través de Tete du Pré des Saix.
La manera más distendida de disfrutar el excepcional panorama alrededor de Flaine es mediante un extenso tour de esquí de fondo. Una red de pistas de esquí de fondo con todos los grados de dificultad que en conjunto tiene 13 kilómetros de extensión se encuentra a disposición, de los cuales 10 kilómetros corresponden a pistas de skating.
El parque de freestyle “Jampark Pro” espera a los snowboarders en Flaine con una amplia oferta de extras: quarterpipe, tables, rails, walls y un trayecto de boardercross. A su vez existe la posibilidad de celebrar fiestas en la nieve u organizar una barbacoa.
Tan variada como la misma zona de deportes invernales y arte de Flaine es también la oferta para el tiempo libre y el après-ski de la extraordinaria estación de ski. Quien desee pasar un día fuera de las pistas podrá optar entre una visita al museo de arte con biblioteca y sala de vídeo y multimedia, un programa de relajación en la piscina cubierta con centro de fitness integrado o diversas actividades ricas en acción.
Corresponden a ellas muchos senderos de excursión invernales y en raquetas de nieve alrededor de Flaine como por ejemplo Col du Pierre Carrée, un camino panorámico de diez kilómetros de extensión que ofrece una vista fascinante hasta el macizo de Jura y la región del Lago de Ginebra. Asimismo se disfruta mucho en la pista de patinaje, en las escaladas en el hielo, en un paseo en motonieve o en un viaje con trineo de perros. También promete adrenalina pura una vuelta con el coche en un trayecto de hielo especial. El día de vacaciones puede terminarse en forma ideal en alguno de los numerosos restaurantes, bares y discotecas de la estación de esquí Flaine. Las paradas obligadas son, entre otras, "Chalet Bissac", "La Cascade" y el bar "Flying Dutchman".
La zona de esquí de Le Grand Massif situada a los pies de del macizo del Mont Blanc hace honor a su nombre y está considerada con razón como uno de los dominios de esquí más grandes de los Alpes franceses con 40.000 hectáreas de superficie, 265 kilómetros de pistas para esquiadores de todos los niveles y cinco estaciones de esquí que ofrecen las condiciones ideales para unas vacaciones de esquí perfectas e inolvidables. Esta gran área de esquí surgió agrupando las zonas de esquí de las cinco estaciones Flaine, Les Carroz d'Araches, Samoëns, Morillon y Sixt Fer-à-Cheval, por lo que desde entonces engloba toda la región montañosa situada al norte del Mont Blanc.
Al igual que en la oferta de pistas, en los cinco pueblos del dominio hay donde elegir para todos los gustos. Así, mientras Flaine, la estación central del dominio, ofrece el confort de un pueblo moderno y funcional cerrado al tráfico, Les Carroz d'Araches, Samoëns y Morillon son auténticos pueblos de montaña que no tienen nada que envidiar a los de los cuentos y en los que predominan casas tradicionales de madera y edificios históricos en parte también declarados como monumentos del patrimonio nacional francés. En Flaine, en cambio, predomina el estilo Bauhaus minimalista del famoso arquitecto Marcel Breuer, que fue quien diseñó la estación de esquí a tres niveles y quien creó el Flaine Forum, una exposición de arte permanente y al aire libre con obras de Picasso y Vasarely ubicada en el centro de la localidad. Otra de las muchas ventajas que ofrece esta estación moderna es que Flaine, al estar ubicada en pleno corazón del dominio de esquí Le Grand Massif, enlaza a las demás localidades del dominio como Morillon, Samoëns, Sixt y Les Carroz y une todas las estaciones con sus 77 remontes convirtiendo la zona en una área común de esquí.
Mefisto, Fausto o Lúcifer, los nombres de algunos de los descensos más famosos de Le Grand Massif pueden despertar la sensación de que aquí solo esquían los más atrevidos, y es todo lo contrario, ya que estos descensos “diabólicos“ y otros muchos de las 144 pistas con vistas al Mont Blanc de la zona son un auténtico paraíso para principiantes. Y, de hecho, las pistas fáciles y más suaves, perfectas para practicar y descender cómodamente, no solo se encuentran en la zona de Morillon, sino también en Les Carroz y Samoëns. Asimismo, en las laderas de Grandes Platières, que alcanza los 2.485 metros de altitud, y en el “desierto blanco”, Le Désert Blanc, pueden disfrutar a lo grande tanto esquiadores menos experimentados como los auténticos expertos del esquí. Uno de los mayores atractivos de las pistas fáciles es, sin duda, la pista azul de Les Cascades que desciende a través de 14 kilómetros y unos parajes naturales espectaculares de Flaine a Sixt.
Mientras que los descensos de baja y mediana dificultad que pasan por laderas amplias y bosques pintor escos están situados más bien en las partes más bajas de entre los 700 y los 2.500 metros de altitud sobre los que se extiende Le Grand Massif, a medida que se va ascendiendo va aumentando el grado de dificultad de las pistas.
Así, la zona ideal para los esquiadores más profesionales y experimentados es, sobre todo, la de Flaine, a 1.600 metros de altitud, ya que más de la mitad de las pistas que se extienden desde aquí a los puntos más altos del dominio de esquí son rojas y negras. Entre ellas se encuentran también las pistas estrellas de las laderas empinadas Tête des Lindares, Grandes Platières, Tête Pelouse y Lac de Gers, o el descenso más largo de toda la zona que nace en Les Grandes Platières y pasa por Tête de Véret hasta llegar a Sixt, donde, a propósito, también hay una pista sin acondicionar para los amantes de las nieves profundas. Asimismo, las laderas La pente à Jules o La Combe du Gers ofrecen también laderas vigiladas perfectas para realizar rutas de esquí. Y, quien no tenga suficiente con esquiar en Le Grand Massiv a la luz del sol, también puede seguir esquiando a la luz de las estrellas en una pista iluminada por focos.
Los destinos preferidos de Le Grand Massif para los amantes del esquí de fondo son, sobre todo, las estaciones Samoëns y Morillon, ya que gran parte de los 90 kilómetros de pistas de esquí de fondo de todo el dominio de esquí se extienden aquí a lo largo de rutas perfectamente adecuadas a distintos niveles.
Los snowboarder tienen también la diversión asegurada en Le Grand Massif gracias al parque de snowboard de Les Carroz d'Araches, el funpark de Flaine con halfpipe, big air, boardercross, numerosos elementos pequeños de salto e, incluso, DJ y barbacoa, así como el parque Jam de Samoëns ubicado bajo el remonte de Chariande. Y, para los futuros reyes del snowboard, Le Grand Massif posee también un parque jam para niños en Morillon, junto al descenso de Bergin.
De hecho, en general, en Le Grand Massif se presta gran atención a las pequeñas futuras promesas de los deportes de invierno, por lo que los niños hasta 5 años no necesitan ningún forfait y pueden disfrutar gratuitamente en todas las estaciones de determinados remontes, laderas o guarderías y escuelas de esquí infantiles. Pero no solo eso, en todas las estaciones también hay guarderías para que los más pequeños mayores de 6 meses que todavía tienen que esperar un poco para descender por primera vez sobre una pista estén perfectamente cuidados y entretenidos mientras sus padres exploran el gran número de pistas del dominio de esquí. Y, para los principiantes mayores también existe una zona especial para principiantes junto a la tele cabina de la estación de Les Carroz, donde tanto los mayores como los más pequeños pueden dar sus primeros pasos y sus primeras curvas sobre las esquíes con un forfait especial.