Entre Courchevel y Méribel, situada en medio de un bosque de pinos, se encuentra la idílica estación de esquí La Tania, una pequeña ciudad pintoresca ubicada a 1.400 metros de altitud que se ha convertido en todo un paraíso aún poco conocido para los esquiadores más pequeños. Razones no le faltan, y es que esta estación de invierno cerrada al tráfico se presenta a sí misma como una gran zona peatonal por la que los niños se pueden mover libremente y de forma segura. Aun así, el encanto especial de La Tania, que forma parte de la mayor zona de esquí conjunta del mundo, la de Les Trois Vallées, se debe a los majestuosos árboles de los bosques de sus alrededores y al estilo arquitectónico tradicional, con gran predominio de la madera, que la caracteriza.
Al igual que en la ciudad en sí, las zonas de deportes de invierno que hay alrededor de La Tania ofrecen las mejores condiciones para los niños, con zonas infantiles especialmente acondicionadas donde se pueden ir familiarizando tranquila y gratuitamente con la nieve y los esquís.
Pero también los esquiadores más experimentados disfrutan a lo grande en la Tania, aunque solo sea por su acceso directo a la zona de esquí de los Trois Vallées con 600 kilómetros de pistas a su disposición, si bien la misma La Tania ofrece a lo largo y ancho de sus 150 kilómetros una gran variedad de pistas de distintos niveles perfectamente interconectadas a través de sus 58 remontes.
Asimismo, La Tania completa su oferta de deportes de invierno con sus 60 pistas de esquí de fondo perfectamente acondicionadas, que invitan a emprender distintas rutas de esquí de fondo por sus alrededores, así como un parque de snow en el cercano Courchevel.
La oferta de actividades de ocio y après-ski de La Tania resulta también el destino de invierno más idóneo para familias con niños, y es que aquí se ofrecen actividades para todos los gustos como, por ejemplo, buscar un tesoro, dar una caminata nocturna con antorchas, dar un paseo en un trineo tirado por perros, hacer senderismo, hacer parapente, etc. Y, los que busquen un poco de tranquilidad, pueden elegir entre ir al cine, ir a un concierto o salir de compras. Y, para por la noche, nada mejor que disfrutar de una agradable velada après-ski en los distintos restaurantes, bares y pubs de La Tania.
La designación de la mayor superficie esquiable del mundo se la han ganado con razón Les Trois Vallées, los tres valles en el corazón de los Alpes franceses. 321 senderos señalizados con un total de 600 km de puro placer de esquí. Gracias a 180 telesquís todas las pistas entre 1300-3200 metros de altura se pueden acceder con facilidad y rapidez. El motivo: La gran infraestructura de pistas y telesquís conectan no sólo las estaciones de esquí de Val Thorens, Les Menuires, Meribel Mottaret y Courchevel entre sí, sino también las estaciones de esquí más pequeñas emergentes de Saint Martin, La Tania y Brides-les-Bains.
El Bellevilletal con las estaciones de esquí St. Martin, Les Menuires y Val Thorens, el valle de Courchevel, con sus barrios creados al estilo escalonado Courchevel 1300, 1550, 1650 y 1850, que dan información sobre las alturas respectivas, y el Valle Central Méribel están unidos como un columpio de esquí. Esto significa que: Los esquiadores pueden explorar todos los 3 Valles de la región de esquí en un día y elegir entre numerosas partidas. Desde fácil hasta difícil para cada esquiador hay lo adecuado, de modo que tanto los esquiadores profesionales como los principiantes pueden fácilmente hacer el tour por los valles. Una sofisticada y clara señalización hacen que la orientación sea un juego de niños y el "perderse" sea casi imposible. Otra ventaja de la gran variedad de pistas en cada uno de los tres valles: Muchas rutas comienzan y terminan casi directamente frente a las viviendas y los largos viajes a las estaciones del valle se vuelven superfluos.